Antes de iniciar la temporada en tierra batida, el próximo 17 de abril en Montecarlo, Rafa Nadal, que cumplirá 20 años el 3 de junio, pasó como un relámpago por Madrid para apadrinar el proyecto Adecco Futuro, dirigido a jóvenes deportistas, y para presentar su figura en el Museo de Cera.
¿Qué pensó cuando le ofrecieron ser el mecenas de diez promesas?
Si mi nombre puede ayudar a gente con potencial, estupendo.
¿Usted dudó de que llegaría a la élite del tenis?
Eso es algo consustancial a la juventud. Cuando creces te haces más seguro, aunque yo aún tengo dudas si pierdo.
¿Qué consejo daría a estos chicos?
Que jueguen para divertirse sin pensar en objetivos.
¿Quién le ayudó a usted en sus comienzos?
Sobre todo, mi familia.
De niño, cuando jugaba y perdía, ¿se enfadaba o se iba a la cama sin cenar?
Las derrotas hay que aceptarlas, y ya está. Cuando gano soy muy extrovertido, pero nunca he roto una raqueta por perder un partido.
¿Quién fue su ídolo?
Nunca he tenido. En lo único que he pensado siempre ha sido en mejorar mi juego. Además, mi tío Toni estaba atento para devolverme a la tierra si lo necesitaba.
¿Cómo se presentan los torneos en tierra batida?
No me obsesiono con los 2.300 puntos que tengo que defender. Me lo tomo como una gira de tierra más.
¿Qué le sorprendió más: ganar a Federer en Dubai o perder contra Moyá en Miami?
Vencer a Federer, porque venía de una lesión larga y no sabía cómo iba a responder.
El tenista y su doble de cera
El manacorí Rafa Nadal también destapó ayer la estatua de cera, creada a su imagen y semejanza, que se podrá ver en el Museo de Cera de Madrid. Como casi siempre, para unos se parece y para otros no.
Fuente: 20 Minutos
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