
Con voz calmada y lágrimas ocasionales, Andre Agassi anunció el final de su carrera.
Ésta edición de Wimbledon, que comienza mañana, será su última, y el U.S. Open, en agosto, su último torneo.
"Creo que son muchos factores", dijo Agassi. "Empezando con mi familia y con lo necesario para mantenerse a este nivel. Han sido muchos retos, pero han sido 20, 21 años de grandes recuerdos".
Agassi dijo que tomó la decisión hace unos meses.
"Esperamos hasta ahora para hacerlo público", señaló. "Porque era adecuado informarlo en el lugar que todo comenzó".
Agassi sorprendió a casi todos, él incluido, cuando ganó el primero de sus ocho Grand Slams en Wimbledon en 1992. En esa época, aún se le consideraba un jugador de enorme potencial y actitud cuestionable, pero con el cabello largo saliendo por detrás de su gorra, venció a Boris Becker, John McEnroe y finalmente a Goran Ivanisevic, cayendo de rodillas en deleite.
Desde entonces ha habido muchos cambios de actitud, pero ninguno peor que cuandó cayó al sitio 141 del mundo en 1997.
Pero Agassi ha perseverado y agotado a sus rivales, convirtiéndose en uno de cinco varones en ganar al menos una vez los cuatro torneos de Grand Slam.
Ha transformado su juego, su cuerpo y su imagen, evolucionando de un chico rebelde y mal portado, en uno de los principales embajadores, con una fundación de caridad que está entre las más exitosas del deporte profesional.
El camino fue largo.
"He aquí un tipo que le ha dado mucho a este deporte y que creció frente a todos nosotros", dijo su ex entrenador, Brad Gilbert. "La gente lo recuerda con el cabello largo y la mala facha, pero se convirtió en la mejor imagen que tuvo este deporte".
A los 36 años de edad, Agassi se ha visto mermado por las lesiones, que le ausentaron de los dos primeros Grand Slam del año, y lo han limitado a sólo cuatro torneos esta temporada, en donde no pudo rebasar los cuartos de final.
Vía | El Universal
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