01 junio 2006

Gaudio es Especial

En un encuentro muy conversado, Gastón Gaudio, que cambió de humor varias veces, ganó en cinco sets. Milagro a milagro...

A esta altura ya no se sabe qué tiene más irritado Gastón Gaudio. La confianza, el juego o la garganta. ¡Lo que habló! Consigo mismo, con su entrenador Franco Davin, hasta con su rival. Hacía mucho frío, el viento pegaba lindo, así que una pastillita de menta se debe haber comido para aliviar la gola... El rusito Evgeny Korolev, de 18 años, sacó de las casillas a un Gato (27 años) que ya no venía demasiado en caja, disconforme con su tenis. Sostuvo un partido cambiante, psicológico, con clima futbolero y mucha hinchada argentina en la cancha 7, y produjo el segundo "milagro", su nueva muletilla: 6-3, 6-7 (5), 6-4, 3-6 y 6-4 y se metió en tercera ronda.

El Nø 10 del ranking no conocía el juego de su novato rival. Cuando lo hizo no le gustó nada. Korolev, primito de la rusa Anna Kournikova, le pegó desde todos lados, permanente, muy fuerte, bien, y no dejó respirar a Gaudio, que arrancó set arriba sin sobresaltos y seguro a partir de su saque. El rival (151ø) empezó a meter misiles y Gastón se indignó, inició su show anímico. "Es la cancha más rápida que vi en mi puta vida", gritó. Cuando Korolev sacaba la escopeta (62 winners contra 37), él jugaba desde dos metros atrás de la línea de fondo, atrapado. Al cerrar el segundo set a su favor, Evgeny festejó efusivamente y Gaudio le hizo burla.

En el tercero, el campeón 2004 decidió prenderse en el palo a palo y en los puntos largos, el ruso perdía un poco más la paciencia y por eso sus 71 errores no forzados (Gastón hizo 37). De repente, el Gato se enchufaba y mostraba que quería pelearla: levantó una desventaja, salvó break points y celebró con altisonante "Vamooos, Vamooos", el tercer parcial. Korolev también se conectaba por etapas y se puso 3-0 en el cuarto. Gaudio, otra vez en la laguna, volvió a cargarlo, a aplaudirlo irónicamente. El ruso se quejó con el umpire y se fue a su silla diciendo "fuck". Mientras el trainer le curaba una ampolla en el dedo gordo del pie derecho, miraba al argentino de reojo. "Ves que no puedo ganar este game, siento que me lo tengo que sacar de encima", le dijo GG a Davin antes de que se le escapara el cuarto. En la rueda de prensa admitió: "A Franco lo enfermé. Ahora está internado".

La temperatura de la cancha de cara al quinto set ardía. Cada punto era grito pelado y banderas celestes y blancas al aire. Korolev tenía su barra también. El Gato llegó 5-3 —antes salvó un break— con su saque, lo liquidó sin dudar y explotó otra vez. En la tercera ronda lo espera Juan Carlos Ferrero, campeón en París un año antes que él. Será cuestión de esperar otro milagro.

Via | Ole.Clarin.com

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