
Manos a la cabeza. Besos voladores. Para todos. Y agradecimientos, muchos agradecimientos. Albert Costa (Lleida, 1975) dio sus últimos saltos en una pista de tenis. En Barcelona. En su tierra.
Tras el último acierto de Ferrero, la pista central del Real Club Tenis de Barcelona se puso en pie. Se convirtió en un mosaico de manos abiertas que se chocaban en miles de "Costa!" y algún "No lo dejes".
El protagonista, tras perder ante Ferrero por 6-1, 5-7 y 7-5, cogió el micrófono del juez de línea con respeto. A su lado, estaban su mujer y sus dos hijas.
Campeón de la Copa Davis de 2000, de Roland Garros, en 2002, y medalla de bronce en dobles en los Juegos de Sydney (1996), con Àlex Corretja, Costa comentó: "Quiero agradecer a todos lo que me han ayudado y a la organización, que tuvo el detalle de invitarme al torneo". También se acordó de la afición: "De los que estáis aquí y de los que me han seguido siempre. Venís a ver a vuestros ídolos, pero nosotros no somos nada sin vuestro apoyo".
Su despedida fue digna de un gran jugador. En el primer set, Ferrero estuvo genial.
El mejor Costa apareció en la segunda manga. Innumerables dejadas de ambos y 5-7 para el leridano. En el tercer set, el catalán se puso 4-5, pero Ferrero estuvo más inspirado en los últimos tres juegos, aunque la gran ovación fue para Costa.
Fuente: Diario ADN

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