07 mayo 2006

Nalbandian, la versatilidad y la convicción


Pocos jugadores, a excepción del suizo Roger Federer, pueden vanagloriarse de poder actuar casi con la misma soltura en cualquier tipo de pista, y eso es lo que ha llevado al argentino David Nalbandian a estar situado entre los cuatro primeros de la lista mundial.

A sus 24 años, no obstante, sorprende que el jugador de Unquillo sólo haya alcanzado una final del Grand Slam, curiosamente en Wimbledon 2002, contra el australiano Lleyton Hewitt. Su versátil tenis, basado en un contundente y sólido juego de fondo, un revés implacable a dos manos, además de un servicio bastante convincente le han hecho consolidarse en la elite, pero aún le falta dar el salto de calidad de los dos jugadores que le anteceden en la lista, Federer y el español Rafael Nadal.

"Todas las veces que perdí en un Grand Slam lo hice en rondas finales y con grandes jugadores, no con desconocidos", dijo hoy Nalbandian tras obtener en Estoril el quinto título de su carrera, y el primero esta temporada, "lo perdí con ganadores del torneo, o finalistas. Al no ser un especialista juego bien en todos lados y compito contra los mejores de cada superficie".

Su acceso a aquella final de Wimbledon fue histórica por varios motivos: llegó a la última ronda en su primera presentación en un torneo sobre hierba, fue el primer argentino que llegó a esa instancia en ese Grand Slam, y el segundo suramericano en hacerlo, después del peruano Alex Olmedo, ganador del título en 1959.

Cuatro temporadas después otro hito se reflejaba en su historial, la Copa Masters ganada el pasado año en Shanghai, cuando acudió en sustitución del estadounidense Andy Roddick y alcanzó la final contra Federer, ganándola en cinco apasionantes sets. Allí nació el "Rey David" o en "ninja argentino", como le bautizó la prensa de su país. Un jugador que había dejado la caña de pescar y sus vacaciones para acudir apresuradamente a la llamada de la ATP para ganar sobre pista cubierta el torneo que reúne a los ocho mejores.

Capaz de lanzarse desde 152 metros haciendo "jumping" en Viena en octubre del 2004, o de nadar entre tiburones en Melbourne dos años antes, Nalbandian reúne en sus osadías una gran ambición que todavía no ha sido recompensada en los torneos denominados grandes.

Y eso que en su biografía hay datos ya que alumbraban un futuro generoso en títulos. Fue campeón del Abierto de Estados Unidos júnior en 1998, derrotando entonces a Federer, finalista de Roland Garros y semifinalista en Wimbledon en esta categoría individual en 1999, campeón de dobles en La Catedral en 1999 (con Guillermo Coria).

Datos de un jugador de origen armenio que se lo debe todo a su padre Norberto, al que se le ocurrió la idea de construir una pista de cemento en el jardín de la parte de atrás de su casa donde David comenzó a empuñar una raqueta con cinco años a imagen y semejanza de sus hermanos Javier y Dario, éste último entrenador de tenis, contra quienes jugaba.

Seguidor del River Plate y amante de los coches, de hecho ha fundado una escudería, Tango Rally Team, probablemente porque disfruta de las carreras desde muy pequeño, gracias a que una de las fechas del Mundial de ese deporte se disputa a pocos metros de su casa, Nalbandian tiene ahora una cita a la vista en Roland Garros, un torneo al que llegó en las semifinales en el 2004, pero al que tiene previsto acudir, si no decide lo contrario, sin entrenador tras su ruptura con Francisco Mastelli.
Fuente: Univision.com

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